Eglise Saint-Martin

Desde el principio, conquista al visitante: pero no hay que dejarse engañar por su aire de chica de campo con sus mejores galas. Su caballete, ciertamente rústico con su decoración de palanquillas y modillones, ostenta sustituciones galorromanas (Apolo y Mercurio, a ambos lados del vano del eje, Venus al sur), lo que atestigua que el cristianismo no había destruido todos los vestigios de la cultura antigua impregnados de representaciones paganas, sino que los había sustituido a menudo. El campanario posterior, que da impulso al edificio, también está cubierto de tejas.