Prélude en Berry : L'Amour Médecin

Lucinde ama a Clitandre, pero Sganarelle, el padre, no es ajeno a sus propios intereses y pretende "conservar para sí su propiedad y su hija".
Con la ayuda de Lisette, el ama de llaves, los dos amantes consiguen sus propósitos bajo la atenta mirada de Sganarelle: Clitandre, disfrazado de médico, finge curar a Lucinde de su deseo proponiéndole matrimonio. Ella, cómplice de esta estratagema, acepta y, en cuanto se firma el contrato, el padre es engañado: “Creíais jugar a un juego que se convierte en verdad”.
Por el camino, esta intriga permite a Molière ajustar cuentas, no sólo con médicos incompetentes y codiciosos, sino también ampliar su crítica a todos aquellos que sólo piensan en “tomar a los hombres por sus puntos débiles, para sacar algún provecho de ellos”.