Château de Chamerolles

El castillo de Chamerolles acoge un museo dedicado al mundo del perfume. La presencia de la empresa Cosmetic Valley en la región explica la temática del museo en el castillo de Chamerolles. Cerca de Chilleurs-aux-bois tienen su sede otras empresas cosméticas como Shiseido o Dior. El museo ofrece un recorrido visual y olfativo por la historia de los productos de higiene personal y el perfume, desde el siglo XVI hasta la actualidad. Relata siglo a siglo, en salas restauradas, las distintas funciones que se le han ido atribuyendo al perfume con el paso del tiempo. Se explica desde su función medicinal a la de accesorio de seducción a través, principalmente, de las esencias y los artículos de aseo característicos de cada época, así como de una importante colección de frascos de perfume.

Cruzando un pequeño puente que atraviesa los fosos del castillo, el visitante accede al jardín del Renacimiento.
Fue diseñado por Lancelot II del Lago a su regreso de un viaje a Italia a finales del siglo XVI. Después de un periodo caracterizado por el abandono, se ha recuperado respetando la planificación general que marcaban los cánones de la época.
El jardín está compuesto por seis arriates y delimitado en tres de sus flancos por dos grandes cenadores cubiertos de madreselvas, rosales, viña y lúpulos, y una avenida abovedada de carpes.
También se han recuperado dos espacios cuadrados de huerto delimitados por árboles frutales. Frente al ala sur del castillo se abre un parque paisajístico de dos hectáreas rediseñado para que resulte un placer para el visitante. De 1500 a 1530, Lanc

De 1500 a 1530, Lancelot del Lago veló por la construcción del castillo de Chamerolles. Numerosas familias sucesivamente lo habitaron, dejando cada una de ellas su impronta en la historia de este señorío. A mediados del siglo XX el señorío cayó en desuso, hasta que en 1987 el Consejo General del Loiret compró el castillo y decidió restaurarlo. Los cinco años que duraron las obras de restauración nos permiten hoy admirar un ejemplo de arquitectura de transición, a medio camino entre la herencia medieval y las innovaciones del Renacimiento. Desde el año 2009 también se puede admirar un magnífico cobertizo, totalmente restaurado, dotado de una de las obras de carpintería más bellas del departamento y que ocupa una parte del señorío junto al estanque.