Arboretum des Grandes Bruyères

Este jardín, catalogado como Jardín Notable, desprende un dulce perfume de paraíso: hermosas avenidas de césped que serpentean entre elegantes alfombras de brezos rosados, blancos y violetas; un jardín de sotobosque presidido desde lo alto por un venerable y viejo roble; un arboreto chino y otro americano donde cornejos, magnolias y coníferas entran en escena al hilo de las estaciones; un jardín zen secreto, con un estanque de nenúfares donde podrás detenerte a descansar a la sombra de las pérgolas; una rosaleda con miles de rosas antiguas. Todo se conserva con maestría gracias al talento y a la pasión de sus fundadores, sin productos químicos y respetando el equilibrio natural y el medio forestal. No cabe la menor duda de que estamos hablando de uno de los jardines más bellos de Francia

Este jardín, catalogado como Jardín Notable, desprende un dulce perfume de paraíso: hermosas avenidas de césped que serpentean entre elegantes alfombras de brezos rosados, blancos y violetas; un jardín de sotobosque presidido desde lo alto por un venerable y viejo roble; un arboreto chino y otro americano donde cornejos, magnolias y coníferas entran en escena al hilo de las estaciones; un jardín zen secreto, con un estanque de nenúfares donde podrás detenerte a descansar a la sombra de las pérgolas; una rosaleda con miles de rosas antiguas. Todo se conserva con maestría gracias al talento y a la pasión de sus fundadores, sin productos químicos y respetando el equilibrio natural y el medio forestal. No cabe la menor duda de que estamos hablando de uno de los jardines más bellos de Francia

Este jardín, catalogado como Jardín Notable, desprende un dulce perfume de paraíso: hermosas avenidas de césped que serpentean entre elegantes alfombras de brezos rosados, blancos y violetas; un jardín de sotobosque presidido desde lo alto por un venerable y viejo roble; un arboreto chino y otro americano donde cornejos, magnolias y coníferas entran en escena al hilo de las estaciones; un jardín zen secreto, con un estanque de nenúfares donde podrás detenerte a descansar a la sombra de las pérgolas; una rosaleda con miles de rosas antiguas. Todo se conserva con maestría gracias al talento y a la pasión de sus fundadores, sin productos químicos y respetando el equilibrio natural y el medio forestal. No cabe la menor duda de que estamos hablando de uno de los jardines más bellos de Francia