Château-Parc de Meung-sur-Loire

Es conocido como el castillo más grande después del castillo de Chambord: 131 habitaciones. El castillo de Meung, cuna de los Capetos, fue la prestigiosa residencia de los obispos de Orleans hasta la llegada de la Revolución francesa. Apodado como el Castillo de las dos caras por sus fachadas medievales y clásicas, esta residencia ha alojado entre sus muros a nombres ilustres de la historia de Francia: huéspedes tan notables como los reyes Francisco I y Luis XI, Juana de Arco o el poeta François Villon, prisionero en sus mazmorras. Desde la elegancia del salón de los licores hasta los entresijos de las cocinas, desde la capilla del siglo XVIII al cuarto de baño de los obispos, desde los graneros hasta los inquietantes subterráneos, los propietarios te cuentan todos sus secretos.

Es conocido como el castillo más grande después del castillo de Chambord: 131 habitaciones. El castillo de Meung, cuna de los Capetos, fue la prestigiosa residencia de los obispos de Orleans hasta la llegada de la Revolución francesa. Apodado como el Castillo de las dos caras por sus fachadas medievales y clásicas, esta residencia ha alojado entre sus muros a nombres ilustres de la historia de Francia: huéspedes tan notables como los reyes Francisco I y Luis XI, Juana de Arco o el poeta François Villon, prisionero en sus mazmorras. Desde la elegancia del salón de los licores hasta los entresijos de las cocinas, desde la capilla del siglo XVIII al cuarto de baño de los obispos, desde los graneros hasta los inquietantes subterráneos, los propietarios te cuentan todos sus secretos.

Es conocido como el castillo más grande después del castillo de Chambord: 131 habitaciones. El castillo de Meung, cuna de los Capetos, fue la prestigiosa residencia de los obispos de Orleans hasta la llegada de la Revolución francesa. Apodado como el Castillo de las dos caras por sus fachadas medievales y clásicas, esta residencia ha alojado entre sus muros a nombres ilustres de la historia de Francia: huéspedes tan notables como los reyes Francisco I y Luis XI, Juana de Arco o el poeta François Villon, prisionero en sus mazmorras. Desde la elegancia del salón de los licores hasta los entresijos de las cocinas, desde la capilla del siglo XVIII al cuarto de baño de los obispos, desde los graneros hasta los inquietantes subterráneos, los propietarios te cuentan todos sus secretos.