Microbrasserie de chandres

La aventura comenzó en 2005, cuando Vincent regresó de sus estudios con el deseo de diversificar la explotación de 123 hectáreas, en la que su padre Alain había cultivado cereales. La idea de transformar la cebada en cerveza no tardó en convencer a Vincent, que instaló su primera pequeña unidad de producción en el antiguo establo de la granja. Con el tiempo, a base de perseverancia y degustaciones para promocionar su producto, la microcervecería se desarrolló y la cerveza L'Eurélienne se hizo un nombre.