Insólito: Los secretos de Moulinsart
¡Bienvenidos a Moulinsart, la morada del capitán Haddock! El Castillo de Cheverny sirvió de modelo a Hergé para dibujar el Castillo de Moulinsart, que aparece en varios álbumes de Tintín. El castillo alberga ahora una exposición permanente dedicada al reportero más famoso del cómic.
En una de las dependencias del castillo, la exposición «Los secretos de Moulinsart» sumerge a grandes y pequeños en las aventuras de Tintín. Desde que apareciera por primera vez en El secreto del unicornio, el Castillo de Moulinsart se convirtió en el cuartel general de Tintín y sus compañeros de aventuras. Naturalmente, la Fundación Hergé y el Dominio de Cheverny se pusieron de acuerdo para crear una exposición interactiva y repleta de sorpresas.
Desde la cripta hasta el laboratorio del profesor Tournasol, la reconstitución de los decorados a tamaño natural es impresionante y ofrece una auténtica visita-espectáculo. A la entrada de cada sala, una animación recuerda la escena del cómic a la que se refiere, antes de dar paso a los objetos de nuestro héroe, como un vinilo de la Castafiore de 33 RPM, la ropa de Tintín esparcida en su dormitorio o una botella de Loch Lomond, el whisky preferido de Haddock. Imposible además escapar a las famosas maldiciones del Capitán ¡que se escuchan por todas partes! La interactividad entre animaciones y visitantes es fascinante y los adultos no serán los primeros en animarse a jugar… ¡Los secretos de Moulinsart han atraído ya a más de «un billón de visitantes»!
En una de las dependencias del castillo, la exposición «Los secretos de Moulinsart» sumerge a grandes y pequeños en las aventuras de Tintín. Desde que apareciera por primera vez en El secreto del unicornio, el Castillo de Moulinsart se convirtió en el cuartel general de Tintín y sus compañeros de aventuras. Naturalmente, la Fundación Hergé y el Dominio de Cheverny se pusieron de acuerdo para crear una exposición interactiva y repleta de sorpresas.
Desde la cripta hasta el laboratorio del profesor Tournasol, la reconstitución de los decorados a tamaño natural es impresionante y ofrece una auténtica visita-espectáculo. A la entrada de cada sala, una animación recuerda la escena del cómic a la que se refiere, antes de dar paso a los objetos de nuestro héroe, como un vinilo de la Castafiore de 33 RPM, la ropa de Tintín esparcida en su dormitorio o una botella de Loch Lomond, el whisky preferido de Haddock. Imposible además escapar a las famosas maldiciones del Capitán ¡que se escuchan por todas partes! La interactividad entre animaciones y visitantes es fascinante y los adultos no serán los primeros en animarse a jugar… ¡Los secretos de Moulinsart han atraído ya a más de «un billón de visitantes»!
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