La visita del Castillo Real de Blois ofrece un auténtico panorama de la Historia de Francia. Con su variedad de estilos y sus colecciones de arte y muebles preciosos, el edificio es un hito en la historia del poder real, pero también de las artes y la arquitectura. Este monumento singular, que se deja descubrir a través de una escenografía especialmente rica, abre la Ruta de los Castillos del Loira.
Residencia de 7 reyes y 10 reinas de Francia, el Castillo Real de Blois fue sede del poder monárquico. Todos sus edificios son lugares de memoria que permiten admirar los diferentes estilos arquitectónicos vigentes en cada época. Desde los aposentos reales hasta el Museo de Bellas Artes, el Castillo de Blois nos sumerge en siglos de arte e historia.
El Castillo de Blois, antigua fortaleza medieval de los Condes de Blois, se convirtió en un escenario importante de la historia de Francia a partir del s. XV. Carlos de Orleans lo eligió como morada tras haber pasado 25 años cautivo en Inglaterra. Este esteta, no en vano conocido como «el príncipe poeta», emprendió entonces un gran proyecto de remodelación. Al término de las obras solo quedarán de la época medieval la Sala de los Estados Generales y la Tour du Foix.
Su hijo Luis XII, que nació en el castillo, accederá al trono en 1498 y convertirá Blois en la capital real. Fue él quien mandó realizar las obras en el ala Luis XII, marcando la transición entre el estilo gótico tardío y un nuevo estilo de influencias italianas. Los aposentos en los que vivió con Ana de Bretaña son ahora las salas del Museo de Bellas Artes de la ciudad.
La llegada de Francisco I al trono volverá a transfigurar el castillo, pues encargaría la construcción del cuerpo principal a un arquitecto italiano que utilizaría el estilo del Primer Renacimiento francés. La fachada exterior está fuertemente inspirada del Vaticano y la fachada interior toma prestado todo el vocabulario arquitectónico italiano, pero sin duda su mayor proeza es la escalera de caracol.
Durante más de un siglo, el castillo vivió al ritmo de las intrigas reales, siendo la más memorable el asesinato del Duque de Guise, ordenado por el rey Enrique III. El castillo también asistió a un episodio rocambolesco con la huida de María de Medici, exiliada en el castillo por orden de su propio hijo, el rey Luis XIII. Poco después, este mismo rey ofrecería el condado de Blois a su hermano, Gaston de Orleans, que se mudaría aquí y emprendería también diferentes obras dirigidas por François Mansart. Empezaría la construcción de una nueva ala al estilo clásico del s. XVII, pero quedaría inacabada por falta de financiación.
El castillo caerá en el olvido a la muerte de Gaston hasta que en el s. XIX fuera declarado Monumento Histórico gracias a Prosper Mérimée, que delegó su restauración al arquitecto Félix Duban. La visita de los aposentos reales desvela diferentes aspectos de la vida renacentista. La escenografía, en medio de una decoración interior minuciosamente restaurada, pone en valor una increíble colección de arte, muebles y objetos de época. De hecho, el Castillo Real de Blois no cesa de introducir novedades en la visita. Por ejemplo, la Sala de los Estados Generales es ahora un espacio de interpretación con 6 pantallas gigantes que, a través de maquetas interactivas 3D, presentan la evolución arquitectónica del castillo. Una de las atracciones más mágicas de Blois es su espectáculo de luces y sonidos que, con la llegada de la primavera, transforma su fachada en una pantalla gigante por la que desfilan los episodios más significativos del castillo.
El Castillo de Blois, antigua fortaleza medieval de los Condes de Blois, se convirtió en un escenario importante de la historia de Francia a partir del s. XV. Carlos de Orleans lo eligió como morada tras haber pasado 25 años cautivo en Inglaterra. Este esteta, no en vano conocido como «el príncipe poeta», emprendió entonces un gran proyecto de remodelación. Al término de las obras solo quedarán de la época medieval la Sala de los Estados Generales y la Tour du Foix.
Su hijo Luis XII, que nació en el castillo, accederá al trono en 1498 y convertirá Blois en la capital real. Fue él quien mandó realizar las obras en el ala Luis XII, marcando la transición entre el estilo gótico tardío y un nuevo estilo de influencias italianas. Los aposentos en los que vivió con Ana de Bretaña son ahora las salas del Museo de Bellas Artes de la ciudad.
La llegada de Francisco I al trono volverá a transfigurar el castillo, pues encargaría la construcción del cuerpo principal a un arquitecto italiano que utilizaría el estilo del Primer Renacimiento francés. La fachada exterior está fuertemente inspirada del Vaticano y la fachada interior toma prestado todo el vocabulario arquitectónico italiano, pero sin duda su mayor proeza es la escalera de caracol.
Durante más de un siglo, el castillo vivió al ritmo de las intrigas reales, siendo la más memorable el asesinato del Duque de Guise, ordenado por el rey Enrique III. El castillo también asistió a un episodio rocambolesco con la huida de María de Medici, exiliada en el castillo por orden de su propio hijo, el rey Luis XIII. Poco después, este mismo rey ofrecería el condado de Blois a su hermano, Gaston de Orleans, que se mudaría aquí y emprendería también diferentes obras dirigidas por François Mansart. Empezaría la construcción de una nueva ala al estilo clásico del s. XVII, pero quedaría inacabada por falta de financiación.
El castillo caerá en el olvido a la muerte de Gaston hasta que en el s. XIX fuera declarado Monumento Histórico gracias a Prosper Mérimée, que delegó su restauración al arquitecto Félix Duban. La visita de los aposentos reales desvela diferentes aspectos de la vida renacentista. La escenografía, en medio de una decoración interior minuciosamente restaurada, pone en valor una increíble colección de arte, muebles y objetos de época. De hecho, el Castillo Real de Blois no cesa de introducir novedades en la visita. Por ejemplo, la Sala de los Estados Generales es ahora un espacio de interpretación con 6 pantallas gigantes que, a través de maquetas interactivas 3D, presentan la evolución arquitectónica del castillo. Una de las atracciones más mágicas de Blois es su espectáculo de luces y sonidos que, con la llegada de la primavera, transforma su fachada en una pantalla gigante por la que desfilan los episodios más significativos del castillo.
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La gran diversidad de estilos
Los reyes y reinas de Francia fueron grandes constructores que, sucesivamente, confirieron al Castillo Real de Blois diversos estilos: de la época medieval al s. XVII. Gótico, renacentista o clásico… los estilos arquitectónicos conviven de manera admirable.
Las últimas novedades del castillo
Información práctica
CHATEAU ROYAL DE BLOIS
Place du Château
41000, BLOIS
France
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