Tesoro escondido: Las puertas secretas de Sully

¿Quién no ha soñado alguna vez con colarse tras las puertas secretas de los castillos? En el Castillo de Sully-sur-Loire atravesarás unas cuantas para descubrir los secretos de sus fosos, sus pasadizos escondidos y estancias que nunca antes habían sido mostradas al público. 

Cada castillo tiene sus secretos y Sully ha querido desvelarnos los suyos en las originales visitas que se organizan de manera puntual y previa reserva. Primero nos adentramos en las entrañas del castillo, descendiendo a las galerías subterráneas que inicialmente servían de cañoneras. Más tarde fueron convertidas en calabozos y en el s. XVII se utilizarían como fresqueras. Las escaleras que llevan al ras de los fosos se encuentran en muy mal estado debido a la locura de la última propietaria del castillo, la marquesa de Bausset-Roquefort. Convencida de que en el recinto se escondía un suculento tesoro, puso patas arriba todo el castillo y mandó examinar todos y cada uno de sus muros, llegando incluso a recurrir a buzos para que sondearan los fosos, así como a una radiestesista, un magnetizador ¡e incluso una vidente! 

La visita continúa tras las puertas secretas de la Sala de Honor que conduce tanto al pasillo de servicio y a los aposentos, a la cámara del rey y su guardarropa. El paseo continúa por encima de los matacanes en dirección a la Sala de Guardias y su gran cubierta de roble de 615 años. En esta sala habitualmente cerrada al público, descubrirás el dormitorio de los guardias donde el tiempo parece haberse detenido. Tanto es así que ahí cuelga, desde el s. XVIII, una auténtica cortina hecha jirones… . 
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