Dos días en el Valle del Loira, entre patrimonio y arte de vivir

Con sus castillos, su río de reyes y su gastronomía, el Valle del Loira sabe combinar a la perfección patrimonio y arte de vivir. ¡A lo largo de dos días, llena tu visita con etapas culturales y gastronómicas!
 
Día 1
 
A mediodía: comida en Chinon
Antes de visitar la localidad y su fortaleza real, realiza un alto en el restaurante Au Chapeau rouge que te servirá buenos productos de la tierra y de temporada  o en el Océanic para saborear una excelente cocina a base de productos del mar.
 
Por la tarde: Fortaleza Real de Chinon y Castillo de Rivau
Desde la cima de su espolón rocoso, la Fortaleza Real de Chinon se impone y domina el río Vienne. Numerosos miradores te permitirán apreciar todo el valle, así como la ciudad que vio nacer al escritor Rabelais. Ven a descubrir cerca de 150 metros de murallas y sus torres, a través de un recorrido-espectáculo que te sumergirá totalmente en la historia de la fortaleza. Las dependencias reales, completamente restauradas, se asemejan a las viviendas típicas de Tours del siglo XV.
 
Dirígete después al Castillo de Rivau y sus jardines, a 15 minutos (12 km). Tras su esbelta silueta medieval, descubrirás todo el refinamiento y la comodidad de una residencia señorial. Sus salas están repletas de obras de arte contemporáneo. Por otro lado, cuenta con las caballerizas reales más antiguas de Francia, magníficamente restauradas. A los pies del castillo, 14 jardines de cuento de hadas también albergan obras de arte monumentales y una impresionante colección de 450 variedades de rosas seleccionadas por sus aromas.
 
Tras la visita, retoma la carretera hacia la hermosa Ciudad Real de Loches, a 1 h en coche (62 km).
 
Cena y noche en Loches o Chédigny
Deléitate en La Galerie B antes de dirigirte al bed & breakfast de La Closerie Saint-Jacques.
También puedes elegir alojarte en Chédigny, a 12 km en coche de allí. En este coqueto pueblo se encuentra Le Clos aux Roses que ofrece habitaciones y un restaurante.
 
Día 3
 
Por la mañana: visita de la Ciudad Real de Loches
 
Este pequeño pueblo medieval lleno de encanto impresiona por su ciudadela y su torreón de 36 metros de alto, extremadamente bien conservado. Las dependencias reales, exponentes del Renacimiento, alojaron en su interior a Ana de Bretaña, Agnès Sorel y Juana de Arco. Destacan las armaduras, los tapices flamencos y espléndidos cuadros como el retablo de Liget “La pasión de Cristo” del siglo XV.
 
Dirígete ahora a Veuil a 45 min por carretera (48 km).
 
A mediodía: comida en Veuil
El Auberge Saint-Fiacre estará a la altura de tus expectativas.
 
Después de la comida, dirígete a Valençay, a 10 min por carretera (7 km).
 
Por la tarde: Castillo de Valençay y Castillo de Chenonceau
Tras la comida, descubre el Castillo de Valençay, con su parque a la inglesa y sus jardines a la francesa. Este prestigioso castillo, que ofrece una alianza armoniosa entre arquitectura renacentista y clásica, pasó a ser en 1803 propiedad de Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord, ministro de Relaciones Exteriores de Napoleón. Su interior, ricamente amueblado (cuadros, objetos, mármoles…), tiene un gran interés, a imagen del Gran Salón de estilo Imperio.
 
A continuación, dirígete al Castillo de Chenonceau, a 50 minutos de Valençay (50 km). Todo de blanco, este prestigioso castillo se refleja en las aguas del río Cher y tiene una célebre galería que lo cruza con elegancia. Puedes alquilar una barca y pasearte por el río, bajo sus arcos.
No dejes de realizar una visita a sus jardines, verdaderos testigos de la tradición francesa. En especial, podrás admirar el fabuloso parterre del Jardín de Diana de Poitiers y el Jardín de Catalina de Médicis.
 
Final del día: regreso a París
Para volver a París en coche, calcula 2h20 desde Chenonceau (237 km). Si has venido en TGV (tren de alta velocidad), dirígete a la estación de Tours, a 35 minutos de Chenonceau (33 km). A continuación, calcula 1h15 de trayecto.