Dos días en los Castillos del Loira empezando desde Blois
Con dos días en el Valle del Loira tienes tiempo suficiente para disfrutar de sus castillos. Lugar de salida: Blois, a 1h 45’ de París en coche (185 km). Puedes llegar fácilmente alquilando un coche.
Si prefieres el tren, tienes dos opciones: la primera, tomar un tren directo a Blois (1h 25’ desde la estación de París-Austerlitz). La segunda: ir a Saint-Pierre des Corps (cerca de Tours) en TGV, en 1h 15’ desde la estación de París Montparnasse o en 1h 40’ desde el aeropuerto París-CDG. Una vez allí tendrás que alquilar un coche o un taxi turístico.En temporada alta también hay autobuses directos.
Día 1
Por la mañana: Blois, el Castillo Real y la ciudad
Construida sobre un promontorio rocoso, Blois fue antigua capital del reino con Luis XII. El Castillo Real se alza imponente sobre el Loira y las calles del casco antiguo. En el patio puedes apreciar la monumental escalera y la impresionante ala de Francisco I. Admira sus magníficos interiores, incluyendo los aposentos reales (ala de Francisco I).
Después de la visita recorre las calles de la ciudad. No te pierdas la bonita catedral Saint-Louis, de estilo gótico, con su alta torre de estilo renacentista. No puedes dejar de visitar tampoco la iglesia St-Nicolas, con una arquitectura que combina el estilo románico y gótico.
Al mediodía: comida en Blois, a orillas del Loira
Tres magníficos lugares para comer al mediodía a orillas del Loira. El primero, el restaurante Côté Loire, encantadora casa del siglo XVI frecuentada antaño por Madame de Sévigné. No lejos de allí, también puedes dejarte seducir por una comida gastronómica en el Rendez-vous des Pêcheurs. Esta antigua tienda de ultramarinos anexa a un bar de pescadores ofrece hoy los excelentes platos del prestigioso Chef Christophe Cosme. El tercer lugar es el Embarcadère, con su terraza sobre el Loira y su atmósfera marinera.
Por la tarde: Castillo de Chambord, Castillo de Cheverny y Maison des vins
Después de comer, rumbo a Chambord, a 30’ en coche (17 km), donde te espera el Castillo de Francisco I.
Hay varias formas de visitar el inmenso parque de Chambord: puedes hacerlo a pie, en coche de caballos, en barco eléctrico o barca con remos por el río Cosson. Con 15 km de carril-bici también puedes optar por la bicicleta o por un cuadriciclo si sois varios.
Después, rumbo al Castillo de Cheverny, a 30’ en coche (18 km). Espectacularmente blanco, el castillo alberga unos interiores de la época de Luis XIII fantásticamente decorados y amueblados (como la Sala de Guardias y su suntuosa chimenea). En el exterior, merece la pena visitar el Jardín de los Aprendices y el Huerto. Una original forma de visitar el parque y el canal es tomar prestado un minicoche o un barco eléctrico.
Después de esta visita puedes ir a la Maison de vins de Cheverny, justo en frente del castillo, y probar los vinos locales con denominación de origen AOC Cheverny y Cour-Cheverny.
Cenar y alojarse cerca de Cheverny y de Chaumont-sur-Loire
Para cenar y alojarse, te sugerimos dos hoteles con restaurante. Uno está a 15’ en coche de Cheverny (10 km): Le Manoir de Contres. El otro está a 10’ de Chaumont-sur-Loire (7 km): Le Domaine des Hauts de Loire.
Día 2
Por la mañana: Castillo de Chaumont
Sobre un promontorio, a 40 metros de altura, el Castillo de Chaumont ofrece una espectacular vista sobre el Loira. Para llegar desde Cheverny hay unos 30’ en coche (29km). Si ya desde la entrada, con el puente levadizo, el lugar es increíble, el interior no es para menos. Observa sobre todo la chimenea neogótica, la escalera de caracol de estilo gótico y el dormitorio de Catalina de Médici. El Castillo destaca también por sus jardines, donde cada año se celebra el Festival Internacional de Jardines. Así, de abril a octubre se exponen una treintena de creaciones paisajistas. Las obras de numerosos artistas decoran igualmente el parque y el castillo, que puede presumir de ser el primer Centro de Artes y Naturaleza.
Al mediodía: comida en el Castillo de Chaumont
Para comer, puedes ir a uno de los restaurantes que hay en el castillo.
Por la tarde: Castillo Real de Amboise y Castillo del Clos Lucé - Parque Leonardo da Vinci
A 15’ del Castillo de Chaumont (17 km), el Castillo Real de Amboise y sus jardines se imponen sobre el Loira con todo su esplendor. Varios reyes de Francia se alojaron aquí durante el Renacimiento. En la residencia real, no te pierdas: el dormitorio de Enrique II, la magnífica sala del Consejo o también el salón de Luis Felipe. Por último, visita la capilla de Saint-Hubert, donde descansa Leonardo da Vinci. Fíjate en las magníficas vidrieras que cuentan la vida de San Luis.
Si te entra un poco de hambre después de la visita: puedes ir a la plaza del Castillo, a la pastelería Bigot o al Auberge Renaissance Le Prieuré situado en el parque del Castillo de Clos Lucé y dirigido por Sieur Sausin, especialista en cocina histórica.
Invitado por Francisco I, Leonardo da Vinci se instaló en el Castillo del Clos Lucé en 1516 y trajo consigo la Gioconda y dos de sus principales obras. Aquí vivió sus últimos años, trabajando en numerosos proyectos para el rey, y murió en su habitación en 1519. La visita de la residencia, las salas de maquetas y el parque permiten descubrir la vida y los múltiples talentos de este genio del Renacimiento.
Al final del día: regreso a París
Para volver a París hay 2h 10’ en coche desde Amboise (226 km). Si has venido en TGV, dirígete a la estación de Amboise. Hay 1h 40’ de trayecto hasta París.
Si prefieres el tren, tienes dos opciones: la primera, tomar un tren directo a Blois (1h 25’ desde la estación de París-Austerlitz). La segunda: ir a Saint-Pierre des Corps (cerca de Tours) en TGV, en 1h 15’ desde la estación de París Montparnasse o en 1h 40’ desde el aeropuerto París-CDG. Una vez allí tendrás que alquilar un coche o un taxi turístico.En temporada alta también hay autobuses directos.
Día 1
Por la mañana: Blois, el Castillo Real y la ciudad
Construida sobre un promontorio rocoso, Blois fue antigua capital del reino con Luis XII. El Castillo Real se alza imponente sobre el Loira y las calles del casco antiguo. En el patio puedes apreciar la monumental escalera y la impresionante ala de Francisco I. Admira sus magníficos interiores, incluyendo los aposentos reales (ala de Francisco I).
Después de la visita recorre las calles de la ciudad. No te pierdas la bonita catedral Saint-Louis, de estilo gótico, con su alta torre de estilo renacentista. No puedes dejar de visitar tampoco la iglesia St-Nicolas, con una arquitectura que combina el estilo románico y gótico.
Al mediodía: comida en Blois, a orillas del Loira
Tres magníficos lugares para comer al mediodía a orillas del Loira. El primero, el restaurante Côté Loire, encantadora casa del siglo XVI frecuentada antaño por Madame de Sévigné. No lejos de allí, también puedes dejarte seducir por una comida gastronómica en el Rendez-vous des Pêcheurs. Esta antigua tienda de ultramarinos anexa a un bar de pescadores ofrece hoy los excelentes platos del prestigioso Chef Christophe Cosme. El tercer lugar es el Embarcadère, con su terraza sobre el Loira y su atmósfera marinera.
Por la tarde: Castillo de Chambord, Castillo de Cheverny y Maison des vins
Después de comer, rumbo a Chambord, a 30’ en coche (17 km), donde te espera el Castillo de Francisco I.
Hay varias formas de visitar el inmenso parque de Chambord: puedes hacerlo a pie, en coche de caballos, en barco eléctrico o barca con remos por el río Cosson. Con 15 km de carril-bici también puedes optar por la bicicleta o por un cuadriciclo si sois varios.
Después, rumbo al Castillo de Cheverny, a 30’ en coche (18 km). Espectacularmente blanco, el castillo alberga unos interiores de la época de Luis XIII fantásticamente decorados y amueblados (como la Sala de Guardias y su suntuosa chimenea). En el exterior, merece la pena visitar el Jardín de los Aprendices y el Huerto. Una original forma de visitar el parque y el canal es tomar prestado un minicoche o un barco eléctrico.
Después de esta visita puedes ir a la Maison de vins de Cheverny, justo en frente del castillo, y probar los vinos locales con denominación de origen AOC Cheverny y Cour-Cheverny.
Cenar y alojarse cerca de Cheverny y de Chaumont-sur-Loire
Para cenar y alojarse, te sugerimos dos hoteles con restaurante. Uno está a 15’ en coche de Cheverny (10 km): Le Manoir de Contres. El otro está a 10’ de Chaumont-sur-Loire (7 km): Le Domaine des Hauts de Loire.
Día 2
Por la mañana: Castillo de Chaumont
Sobre un promontorio, a 40 metros de altura, el Castillo de Chaumont ofrece una espectacular vista sobre el Loira. Para llegar desde Cheverny hay unos 30’ en coche (29km). Si ya desde la entrada, con el puente levadizo, el lugar es increíble, el interior no es para menos. Observa sobre todo la chimenea neogótica, la escalera de caracol de estilo gótico y el dormitorio de Catalina de Médici. El Castillo destaca también por sus jardines, donde cada año se celebra el Festival Internacional de Jardines. Así, de abril a octubre se exponen una treintena de creaciones paisajistas. Las obras de numerosos artistas decoran igualmente el parque y el castillo, que puede presumir de ser el primer Centro de Artes y Naturaleza.
Al mediodía: comida en el Castillo de Chaumont
Para comer, puedes ir a uno de los restaurantes que hay en el castillo.
Por la tarde: Castillo Real de Amboise y Castillo del Clos Lucé - Parque Leonardo da Vinci
A 15’ del Castillo de Chaumont (17 km), el Castillo Real de Amboise y sus jardines se imponen sobre el Loira con todo su esplendor. Varios reyes de Francia se alojaron aquí durante el Renacimiento. En la residencia real, no te pierdas: el dormitorio de Enrique II, la magnífica sala del Consejo o también el salón de Luis Felipe. Por último, visita la capilla de Saint-Hubert, donde descansa Leonardo da Vinci. Fíjate en las magníficas vidrieras que cuentan la vida de San Luis.
Si te entra un poco de hambre después de la visita: puedes ir a la plaza del Castillo, a la pastelería Bigot o al Auberge Renaissance Le Prieuré situado en el parque del Castillo de Clos Lucé y dirigido por Sieur Sausin, especialista en cocina histórica.
Invitado por Francisco I, Leonardo da Vinci se instaló en el Castillo del Clos Lucé en 1516 y trajo consigo la Gioconda y dos de sus principales obras. Aquí vivió sus últimos años, trabajando en numerosos proyectos para el rey, y murió en su habitación en 1519. La visita de la residencia, las salas de maquetas y el parque permiten descubrir la vida y los múltiples talentos de este genio del Renacimiento.
Al final del día: regreso a París
Para volver a París hay 2h 10’ en coche desde Amboise (226 km). Si has venido en TGV, dirígete a la estación de Amboise. Hay 1h 40’ de trayecto hasta París.
Sugerencias de actividades en los Castillos:
- Jardines de Luz en Chaumont-sur-Loire
- Festival de Jazz en Cheverny
- Espectáculo nocturno «La prophécie d’Amboise» en el Castillo Real de Amboise
- Espectáculo de luces y sonido «Ainsi Blois vous est conté» en el Castillo Real de Blois
- El Festival Europeo de Música Renacentista en el Castillo de Clos Lucé
- Jardines de Luz en Chaumont-sur-Loire
- Festival de Jazz en Cheverny
- Espectáculo nocturno «La prophécie d’Amboise» en el Castillo Real de Amboise
- Espectáculo de luces y sonido «Ainsi Blois vous est conté» en el Castillo Real de Blois
- El Festival Europeo de Música Renacentista en el Castillo de Clos Lucé