Tres días para descubrir los Castillos del Loira
Lo ideal son tres días para disfrutar al máximo del Valle del Loira y de sus castillos. Lugar de salida: Amboise, situada a 2h 10’ de París en coche (226 km). Puedes llegar fácilmente alquilando un coche.
Si prefieres el tren, tienes dos opciones: la primera, tomar un tren directo a Amboise (1h 45’ desde la estación de París-Austerlitz). La segunda: ir a Saint-Pierre des Corps (cerca de Tours) en TGV, a 1h 15’ desde la estación de París Montparnasse o a 1h 40’ desde el aeropuerto París-CDG. Una vez allí tendrás que alquilar un coche o un taxi turístico.
Día 1
Por la mañana: Castillo real de Amboise y paseo
Residencia real durante el Renacimiento, el majestuoso Castillo Real de Amboise y sus jardines se erigen imponentes sobre el Loira. La residencia real alberga magníficas estancias, como la Sala del Consejo, el dormitorio de Enrique II o también el salón de Luis Felipe. Por último, no te pierdas la capilla de Saint-Hubert, donde descansa Leonardo da Vinci. Fíjate en las magníficas vidrieras que cuentan la vida de San Luis.
Si te entra un poco de hambre después de la visita: puedes ir a la plaza del Castillo, a la pastelería Bigot.
Después de la visita recorre las calles del centro peatonal o los muelles de Loira.
Al mediodía: comida en el restaurante del Castillo de Clos Lucé
Al mediodía puedes comer en el Auberge Renaissance Le Prieuré situado en el parque del Castillo del Clos Lucé y dirigido por Sieur Sausin, especialista en cocina histórica.
Por la tarde: Castillo de Clos Lucé - Parque Leonardo da Vinci y Castillo de Langeais
Invitado por Francisco I, Leonardo da Vinci se instaló en el Castillo del Clos Lucé en 1516 y trajo consigo la Gioconda y dos de sus principales obras. Aquí vivió sus últimos años, trabajando en numerosos proyectos para el rey, y murió en su habitación en 1519. La visita de la residencia, las salas de maquetas y el parque permiten descubrir la vida y los múltiples talentos de este genio del Renacimiento.
Antes de dirigirte al Castillo de Langeais, puedes dar un paseo a orillas del Loira. Si es así, párate en Rochecorbon, a 25’ de Amboise (21 km) y súbete a bordo del barco «Le Saint-Martin de Tours» para un paseo fluvial comentado.
A 55’ en coche de Amboise (54 km) o a 30’ de Rochecorbon (40 km), visita el Castillo de Langeais, que en realidad son dos. El de Luis XI y la torre de Foulques Nerra, el torreón más antiguo de Francia.
Cena y alojamiento en Langeais o Saint-Patrice
Para cenar y alojarte en Langeais, te sugerimos dos opciones: el restaurante Au coin des halles y el bed & breakfast L’Ange est rêveur. Si no, en Saint-Patrice, a 15’ de Langeais (10km), tienes el hotel-restaurante Le Château de Rochecotte.
Día 2
Por la mañana: Castillo de Villandry
A 20’ de Langeais (12 km) o a 30’ de Saint-Patrice (28 km), se encuentra el Castillo de Villandry. Es conocido sobre todo por sus espléndidos jardines de estilo francés, en perfecta armonía con el Castillo (sube al mirador para disfrutar de unas magníficas vistas).
Al mediodía: comida en Villandry
Puedes comer en el mismo castillo, en el restaurante La Doulce Terrasse. Otra posibilidad es la Étape gourmande, donde podrás probar algunos productos de la región.
Por la tarde: Castillo de Azay-le-Rideau
El Castillo de Azay-le-Rideau está a 20’ en coche de Villandry (11 km). Construido en un islote en medio del Indre, el Castillo se mira en el río, que le devuelve el reflejo de sus fachadas del primer Renacimiento. No pierdas la oportunidad de pasear por su parque y su nuevo Jardín de los Secretos, que alberga un conservatorio de verduras antiguas, una colección de flores y un jardín especialmente atrayente para las mariposas.
A 5’ en coche de allí está el Castillo del Aulée, en el que encontrarás vinos de la denominación Touraine.
Al final del día: Fontevraud pasando por Candes-Saint-Martin
Retoma la ruta en dirección de Fontevraud, a 40’de Azay-le-Rideau (45 km).
En el camino párate en Candes-Saint-Martin. Situado en la confluencia del Loira y del Viena, Candes-Saint-Martin es un encantador pueblo incluido en la lista de los «Pueblos más bonitos de Francia».
Alojamiento y cena en Fontevraud o en Montsoreau
Por la noche te sugerimos tres restaurantes que no te decepcionarán, todos con un ambiente fuera de lo común. En Fontevraud tienes Le Restaurant, instalado en el corazón de la Abadía Real, con una cocina refinada y creativa. En Montsoreau te sugerimos dos opciones: cenar en un barco en el restaurante el Aigue Marine o en una cueva en el restaurante Saut aux Loups.
Para alojarte te recomendamos el hotel Fontevraud o La Marine, en Montsoreau, a 7’ de Fontevraud (4 km). Montsoreau también es uno de «los pueblos más bonitos de Francia».
Día 3
Por la mañana: La Abadía Real de Fontevraud
Si pasaste la noche en Montsoreau, puedes ir a Fontevraud, a 7’ en coche (4 km), donde se encuentra la Abadía de Fontevraud, el recinto monástico más grande de Europa. Continúa después hacia Brissac (51’, 57 km).
Al mediodía: comida en una cueva
La comida será insólita cuando menos, pues se trata de un restaurante en una cueva: Caves de la Genevraie, en Louresse-Rochemenier, a 45’ de Fontevraud (41 km).
Por la tarde: Castillo de Brissac
Descubre el castillo más alto de Francia: el Castillo de Brissac, de arquitectura clásica. Su imponente parque romántico bien merece un paseo. Al final de la visita tendrás seguramente la suerte de probar el vino rosado de Anjou, elaborado a partir del viñedo del castillo.
Al final del día: regreso a París
Para volver a París en coche hay 2h 45’ desde Brissac (310 km). Si has venido en TGV dirígete a la estación de Angers, a 20’ en coche (20 km). Después hay 2h de trayecto en TGV.
Si prefieres el tren, tienes dos opciones: la primera, tomar un tren directo a Amboise (1h 45’ desde la estación de París-Austerlitz). La segunda: ir a Saint-Pierre des Corps (cerca de Tours) en TGV, a 1h 15’ desde la estación de París Montparnasse o a 1h 40’ desde el aeropuerto París-CDG. Una vez allí tendrás que alquilar un coche o un taxi turístico.
Día 1
Por la mañana: Castillo real de Amboise y paseo
Residencia real durante el Renacimiento, el majestuoso Castillo Real de Amboise y sus jardines se erigen imponentes sobre el Loira. La residencia real alberga magníficas estancias, como la Sala del Consejo, el dormitorio de Enrique II o también el salón de Luis Felipe. Por último, no te pierdas la capilla de Saint-Hubert, donde descansa Leonardo da Vinci. Fíjate en las magníficas vidrieras que cuentan la vida de San Luis.
Si te entra un poco de hambre después de la visita: puedes ir a la plaza del Castillo, a la pastelería Bigot.
Después de la visita recorre las calles del centro peatonal o los muelles de Loira.
Al mediodía: comida en el restaurante del Castillo de Clos Lucé
Al mediodía puedes comer en el Auberge Renaissance Le Prieuré situado en el parque del Castillo del Clos Lucé y dirigido por Sieur Sausin, especialista en cocina histórica.
Por la tarde: Castillo de Clos Lucé - Parque Leonardo da Vinci y Castillo de Langeais
Invitado por Francisco I, Leonardo da Vinci se instaló en el Castillo del Clos Lucé en 1516 y trajo consigo la Gioconda y dos de sus principales obras. Aquí vivió sus últimos años, trabajando en numerosos proyectos para el rey, y murió en su habitación en 1519. La visita de la residencia, las salas de maquetas y el parque permiten descubrir la vida y los múltiples talentos de este genio del Renacimiento.
Antes de dirigirte al Castillo de Langeais, puedes dar un paseo a orillas del Loira. Si es así, párate en Rochecorbon, a 25’ de Amboise (21 km) y súbete a bordo del barco «Le Saint-Martin de Tours» para un paseo fluvial comentado.
A 55’ en coche de Amboise (54 km) o a 30’ de Rochecorbon (40 km), visita el Castillo de Langeais, que en realidad son dos. El de Luis XI y la torre de Foulques Nerra, el torreón más antiguo de Francia.
Cena y alojamiento en Langeais o Saint-Patrice
Para cenar y alojarte en Langeais, te sugerimos dos opciones: el restaurante Au coin des halles y el bed & breakfast L’Ange est rêveur. Si no, en Saint-Patrice, a 15’ de Langeais (10km), tienes el hotel-restaurante Le Château de Rochecotte.
Día 2
Por la mañana: Castillo de Villandry
A 20’ de Langeais (12 km) o a 30’ de Saint-Patrice (28 km), se encuentra el Castillo de Villandry. Es conocido sobre todo por sus espléndidos jardines de estilo francés, en perfecta armonía con el Castillo (sube al mirador para disfrutar de unas magníficas vistas).
Al mediodía: comida en Villandry
Puedes comer en el mismo castillo, en el restaurante La Doulce Terrasse. Otra posibilidad es la Étape gourmande, donde podrás probar algunos productos de la región.
Por la tarde: Castillo de Azay-le-Rideau
El Castillo de Azay-le-Rideau está a 20’ en coche de Villandry (11 km). Construido en un islote en medio del Indre, el Castillo se mira en el río, que le devuelve el reflejo de sus fachadas del primer Renacimiento. No pierdas la oportunidad de pasear por su parque y su nuevo Jardín de los Secretos, que alberga un conservatorio de verduras antiguas, una colección de flores y un jardín especialmente atrayente para las mariposas.
A 5’ en coche de allí está el Castillo del Aulée, en el que encontrarás vinos de la denominación Touraine.
Al final del día: Fontevraud pasando por Candes-Saint-Martin
Retoma la ruta en dirección de Fontevraud, a 40’de Azay-le-Rideau (45 km).
En el camino párate en Candes-Saint-Martin. Situado en la confluencia del Loira y del Viena, Candes-Saint-Martin es un encantador pueblo incluido en la lista de los «Pueblos más bonitos de Francia».
Alojamiento y cena en Fontevraud o en Montsoreau
Por la noche te sugerimos tres restaurantes que no te decepcionarán, todos con un ambiente fuera de lo común. En Fontevraud tienes Le Restaurant, instalado en el corazón de la Abadía Real, con una cocina refinada y creativa. En Montsoreau te sugerimos dos opciones: cenar en un barco en el restaurante el Aigue Marine o en una cueva en el restaurante Saut aux Loups.
Para alojarte te recomendamos el hotel Fontevraud o La Marine, en Montsoreau, a 7’ de Fontevraud (4 km). Montsoreau también es uno de «los pueblos más bonitos de Francia».
Día 3
Por la mañana: La Abadía Real de Fontevraud
Si pasaste la noche en Montsoreau, puedes ir a Fontevraud, a 7’ en coche (4 km), donde se encuentra la Abadía de Fontevraud, el recinto monástico más grande de Europa. Continúa después hacia Brissac (51’, 57 km).
Al mediodía: comida en una cueva
La comida será insólita cuando menos, pues se trata de un restaurante en una cueva: Caves de la Genevraie, en Louresse-Rochemenier, a 45’ de Fontevraud (41 km).
Por la tarde: Castillo de Brissac
Descubre el castillo más alto de Francia: el Castillo de Brissac, de arquitectura clásica. Su imponente parque romántico bien merece un paseo. Al final de la visita tendrás seguramente la suerte de probar el vino rosado de Anjou, elaborado a partir del viñedo del castillo.
Al final del día: regreso a París
Para volver a París en coche hay 2h 45’ desde Brissac (310 km). Si has venido en TGV dirígete a la estación de Angers, a 20’ en coche (20 km). Después hay 2h de trayecto en TGV.