Parque y jardines del castillo de Chamerolles

La elegancia de los jardines aporta continuidad al estilo renacentista del castillo, que alberga una notable colección de objetos y de valiosos frascos de perfume como muestras de la historia de este arte. Con sus seis parterres, el jardín del Castillo de Chamerolles refleja con exactitud el propósito con el que se concibió en su época, y es, al mismo tiempo, un jardín de cultivo, recreativo y de ostentación. Los bancos de la zona del prado alto invitan a dejar volar los pensamientos y a la reflexión tranquila, y el parterre de estilo que recuerda al bordado (o de broderie) se divide en diferentes formas geométricas, como cuadrados y triángulos, con arbustos dispuestos y podados con precisión en torno a un obelisco central. Déjate seducir por el aroma del tomillo, que te transporta al sur, y disfruta recorriendo las callejuelas del laberinto de tejos. Los dos parterres que hacen las veces de huerto nos recuerdan que los jardines no solo cumplen funciones estéticas y evidencian el papel clave que en su día desempeñaron en la vida del castillo y sus habitantes, ya que allí se cultivaban frutas, verduras y hierbas aromáticas que se empleaban (y que aún se emplean) para la elaboración de deliciosos platos en sus cocinas.