Con un patrimonio poco conocido y bonitos sitios que apetece descubrir durante una escapada urbanita, Châteauroux es una ciudad natural y romántica, donde vivir es todo un arte. Los parques y jardines, el río Indre, los lagos y el bosque nacional completan el cuadro y te invitan a acercarte a este lugar auténtico. Châteauroux, ¡o el campo en la ciudad!

Châteauroux, un excepcional patrimonio por descubrir

Durante la Edad Media, Châteauroux se construyó a lo largo y se cercó con murallas de las que aún quedan algunos vestigios. El Château Raoul, que es el castillo que se eleva por encima de las murallas, dará nombre a la ciudad. Ven a descubrir tesoros insospechados y toda la belleza de esta antigua ciudad medieval mientras paseas por las callejuelas adoquinadas del casco histórico. El museo-hotel de Bertrand –fiel seguidor de Napoleón–, o el convento de los franciscanos –Couvent des Cordeliers– y su larga nave de 50 metros, con exposiciones de arte contemporáneo durante todo el año, son dos visitas imprescindibles si vienes a Châteauroux.µ

La naturaleza también tiene cabida en Châteauroux

La ciudad alberga el Ecoparc des Chenevières-Déols, un enclave protegido con fauna y flora propia de los humedales, el prado de Saint-Gildas o el Valle de Ebbes, un paseo de unos 10 kilómetros junto al río Indre que pasa por Châteauroux. También se ofrecen muchas actividades náuticas en el lago de Belle-Isle, ubicado en plena ciudad. A este patrimonio natural se le añade una típica guinguette, restaurantes y animadas terrazas, ¡el toque extra para disfrutar de un día inmejorable en la naturaleza!

ADTI – Teddy Verneuil
Isabelle Bardiau

Châteauroux, una ciudad dulce y golosa

Châteauroux no sólo destaca por sus monumentos o su naturaleza. La gastronomía también ocupa un lugar predominante. Paté de Berry, medallones de patatas… Desde la entrada hasta el postre, prueba la cocina local con los sabores de antaño.

D. Darrault – CRT Centre-Val de Loire

En los alrededores de Châteauroux

La naturaleza nunca queda lejos de Châteauroux. A pocos kilómetros, le Parque Natural Regional de Brenne alberga un patrimonio natural excepcional, donde la fauna y la flora conviven en una tierra diversa y frágil a la vez. Algo más lejos se encuentra el ZooParc de Beauval y la reserva zoológica de Haute Touche con muchos animales que descubrir en familia. Los castillos de Valençay, Bouges o la hacienda de George Sand también se encuentran cerca.

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